jueves, 20 de septiembre de 2012

CÓMO PATINAR AFECTA NUESTRO ESTADO DE ÁNIMO.


Si bien las personas sedentarias son más propensas a estar deprimidas, una gran cantidad de estudios sugieren que los síntomas de la depresión, como la fatiga, la tensión y la irritabilidad, pueden aparecer en una persona en forma que deja de hacer ejercicio. No hay dudas en lo que afecta a los resultados físicos de hacer ejercicio. Pero, ¿cómo nos afecta al estado mental? Las personas que hacen ejercicio físico habitualmente comienzan a sentirse deprimidas y fatigadas una semana después de inactividad forzada. Experimentan la pérdida de estado físico y manifiestan  síntomas anímicos más negativos.


Los investigadores sostienen la teoría de que el ejercicio ayuda a mantener el estado de ánimo al modificar el equilibrio del sistema nervioso del cuerpo que dispara la "respuesta pelear o huir" al sistema parasimpático, que calma al cuerpo.

El ejercicio físico proporciona una subida endorfínica. Todo el mundo ha experimentado alguna vez esa sensación de ir como “flotando”, de ir “colocado” cuando se ha realizado un ejercicio superior a lo normal. El deportista necesita su dosis de endorfinas diaria, está “enganchado”. Si adquirimos el hábito de hacer deporte, el cuerpo nos pedirá hacer deporte. Echaremos en falta el ejercicio físico cuando dejemos de practicarlo.

CONCLUSIONES:
  El estado de forma física está relacionado positivamente con la salud mental y el bienestar.
  El ejercicio físico está relacionado con la reducción de emociones vinculadas al estrés, como el estado de ansiedad.
  Por lo general, el ejercicio físico a largo plazo está relacionado con reducciones en rasgos como el neuroticismo y la ansiedad.
  Por lo general, la depresión grave requiere tratamiento profesional, lo que puede incluir medicación y terapia con los ejercicios físicos como elemento complementario.
  Los ejercicios físicos apropiados se traducen en reducciones en diversos índices de estrés, como la tensión neuromuscular, el ritmo cardíaco en reposo y algunas hormonas relacionadas con el estrés.
  La actual opinión clínica sostiene que el ejercicio físico tiene efectos emocionales beneficiosos en todas las edades y géneros. 

Por todo ello, por la subida de endorfinas que produce el deporte es muy aconsejable en todas aquellas enfermedades relacionadas con la “psiqui” (ej. el distrés, la ansiedad, la depresión, la patología psicosomática...), en la patología orgánica crónica, en el cáncer y para combatir todos los factores de riesgo potencialmente inductores de enfermedad. 

RUNNER’S WORLD

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